lunes, 19 de enero de 2015

Conducir en invierno

Reduce la velocidad y anticípate a los imprevistos.

En invierno, las condiciones climatológicas son difíciles de prever. Por lo tanto es muy importante para el conductor extremar la prudencia en las carreteras.

La seguridad es lo primero.

La conducción en invierno exige más de tus neumáticos y de tus habilidades como conductor.
Considera la posibilidad de utilizar neumáticos de invierno, ya que mejoran la seguridad porque aportan una mayor tracción, frenada y control con agua, escarcha, nieve, y especialmente con hielo. Si se montan cuatro neumáticos de invierno la estabilidad y el control son mayores. 
Sé consciente de tus limitaciones y de las de otros conductores.
Concéntrate en la conducción. Ajusta tu velocidad a las condiciones de la carretera y mantén la distancia de seguridad con el vehículo que te precede. Evita situaciones en las que haya que frenar bruscamente en una superficie deslizante.

Frenado

Es fundamental anticiparse valorando la distancia de frenado necesaria. Evita los frenazos bruscos e ir a gran velocidad. No hagas movimientos repentinos, ni bruscos. Intenta frenar suave y gradualmente para que las ruedas no se bloqueen. Si las ruedas se bloquean, el vehículo derrapará y quedará fuera de control. Si ocurre esto, suelta el pedal del freno para recuperar la tracción y usa el freno de motor alternándolo con el pedal del freno. 
Para reducir el riesgo de derrapar en las subidas usa una relación de marchas mas alta de la que utilizarías con tiempo seco. 

Arranque

Para no patinar cuando se arranca sobre la nieve es fundamental acelerar poco a poco y la dirección tienen que esta recta. Si las ruedas patinan, sube a una marcha superior para reducir la fuerza que se aplica a las ruedas. 

Curvas

Antes de entrar en la curva, reduce la velocidad. Para no patinar y perder el control cuando se entra en una curva, la dirección debe mantenerse constante y en el interior de la curva es cuando se empieza otra vez a acelerar.

Pérdida de control con las ruedas delanteras

Para recuperar la adherencia si pierdes el control del eje delantero, reduce la velocidad levantando el pie del acelerador. Si es necesario pisa levemente el freno sin bloquear las ruedas. 

Pérdida de control con las ruedas traseras

Si el coche pierde el control del eje trasero y es un vehículo con tracción delantera, acelera suavemente para recuperar el equilibrio. En un vehículo con tracción trasera, levanta suavemente el pie del acelerador hasta que las ruedas traseras recuperen la adherencia. 

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